No soy ni seré el primero que escriba esto porque la verdad, considero que siempre habrá alguien quien reflexione acerca de cómo se desarrolla nuestra sociedad y como uno ve que funciona al revés. Para las nuevas generaciones seremos anticuados y desfasados de lo actual, de lo moderno, los conceptos cambian y nosotros los de ayer no nos damos cuenta, en los colegios a nivel secundaria, los jóvenes sabes casi todo aquello que nosotros pretendemos ocultarlo, en las calles las manifestaciones son de acuerdo a una bi-polarización de ideas segmentadas, el resto está equivocado, las estructuras de las áreas comerciales cada vez más agresivas y directas no hay respecto por la jerarquía por hay un línea de producción prima , la tecnología marca y traza las negociaciones, las decisiones inmediatas, los lenguajes, hasta lo valores. En el sentido político sobrevive la ley del más vivo, del quien robo y no le paso nada, la justicia y los derechos se vulneran de acuerdo a intereses piramidales.

Como comprender a un mundo o a una sociedad que evoluciona de acuerdo a su historia y de acuerdo a su idiosincrasia en donde aún existen paradigmas raciales, egocéntricos y monopolios en círculos sociales asolapados por extractos sociales.

Sino menciono alguna mala palabra para establecer este mensaje será un texto aburrido sin sentido para las masas populares, porque más vale poner una cara de loco acompañado de un político tonto que es texto de una tesis sobre derecho registral.
Mas vale mentir y adular a cuanto gerente está equivocado que confrontarlo con ideas y respeto, no eso no tiene sentido, la lucha por los ideales por la justicia social ya no existe sino la lucha es por ganar un espacio de protagonismo absurdo sin merito al debate ni al intercambio de ideas para llegar a una conclusión de que es lo mejor.  

El prejuicio sobre nosotros mismo y sobre lo demás esta alterado por el primero yo, segundo yo y tercero yo. No hay espacio para la ayuda humanitaria porque todo está esquematizado por nuestro pensamiento errado, evidentemente no de ahora sino arrastrado de generación en generación, pero a pesar de ello siempre habrá alguien sino es nosotros mismo que tengamos que decir, reconozco que soy yo el que ha estado equivocado y tomo conciencia de mi vida y pago las consecuencias de mis errores, con el único propósito de cambiar y aportar algo a mí mismo a mi familia, a la sociedad, al mundo. Por uno se da cuenta que hay verdades absolutas; la vida es corta, la verdad siempre triunfa, la amistad es relativa, existe un ser superior y la transición de nuestro existir en algunos casos depende de donde estemos y con quien estemos y como estemos con nosotros mismos.

Pedro Napuri Colombier
Julio – 2017

San isidro – Lima – Perú