Terminando el año 2017 dos países
con opuestos regímenes políticos establecieron dos iniciativas totalmente delirante. El primer caso es el  de Venezuela que pretende lanzar su moneda virtual EL PETRO que según el gobierno del Presidente MADURO permitirá una mejor transacción económica para el comercio de su petroleo y la economía venezolana,  pareciera que  a los  miembros del gobierno y a él mismo,  no les importara que su moneda local EL BOLIVAR esta devaluada al casi 100% en el mercado negro y que se mantenga una inflación del 2,300% a la fecha según el FMI ( Fondo Monetario Internacional). El entusiasmo es enorme de MADURO seguramente con información poco ajustada a su realidad de este sistema monetario establecido en economías relativamente solidas como Japón, China y Rusia.

El segundo caso es el de Estados Unidos y su decisión de retirar del Tel Aviv su embajada y constituir la en Jerusalén, una decisión que la Casa Blanca evaluó e inmediatamente rectifico mediante un comunicado, a pesar de ser una promesa del Presidente TRUMP en su campaña presidencial pero que la misma no tiene el visto bueno de la comunidad internacional entre esos Países Francia. Curiosidades o decisiones imperfectas en un contexto de iniciativas entusiasmadas pero ajenas a toda realidad.
La primera porque las monedas digitales funcionan bien en economías solidas que no es el caso de Venezuela y la segunda que antes de trasladar la embajada en Tel Aviv tendría que primero que evaluar el contexto político entre Israel l y Palestina el cual a la fecha no es el mas idóneo .