No puedo dejar de escribir unas líneas sobre lo que está sucediendo en Haití básicamente por el inmenso aprecio que le guardo a mi querido dimmy jean Pierre Louis, un haitiano que conocí en Buenos aires capital federal en donde la colonia es muy fuerte en los últimos tiempos. 

No es necesario ser estudioso del fenómeno migratorio haitiano en Argentina, basta simplemente caminar por la Avenida 9 de julio para ver la cantidad de inmigrantes vendiendo todo tipo de objetos para ganarse la vida en tanto y cuanto puedan obtener la documentación necesaria para trabajar formalmente.

Uno de los grandes problemas que ellos afrontan es el idioma español, su francés y el creolo son idiomas muy distintos al español incomprensible para los hispanos hablantes.

En Perú y sobre todo en lima, aún no se percibe el ingreso masivo a la sociedad limeña, es fácil notarlo porque su características física y étnica se muestran a lejos muy diferente a la inmigración venezolana que pueden algunas pasar desapercibidos por su tez y características muy semejante al perfil del Limeño.

Haití está ubicado en la zona central de las Antillas, limitando al norte con el océano Atlántico; al este con República Dominicana, al sur con el mar Caribe; y al oeste con el paso de los Vientos, que lo separa de Cuba. Con 27 750 km² es el tercer país más extenso de las Antillas —por detrás de Cuba y República Dominicana—, el tercero más poblado —nuevamente por detrás de Cuba y República Dominicana— y con 292,7 hab/km², el tercero más densamente poblado, por detrás de Barbados y San Vicente y las Granadinas.

Actualmente el problema grueso que tiene Haití es el fantasma de un gobierno dictatorial y maltratador de las instituciones del estado a tal punto que el mismo Presidente ha cuestionado su periodo presidencial de 5 años y lo ha establecido a su antojo a 6 años. En un contexto de miseria y falta de progreso, aferrado a un cargo que incendia la pasión de los más pobre, este personaje Jovenel Moïse cree que aún su desastroso gobierno puede cambiar la historia de Haití.


La protesta, el hambre y la miseria permiten la partida en busca de nuevas oportunidades de vida de muchos haitianos. Muchos países no están preparados para afrontar la receptividad de inmigrantes y ven como si esto fuera un problema, se asustan, algunos crees que perderán lo poco que tienen como el trabajo que brindan algunas micro empresas.

No es extraño que un político salido de las canteras de la pobreza llegue a ser presidente por acomodadas du su riqueza fruto de trabajos empresariales y académicos y cuando les toca gobernar lo hacen pesimamente. Este el caso de Moïse a diferencia que se ha convertido en un dictador agresivo contra su propio pueblo.

A Moïse ser un empresario en los rubros de la electricidad, agua y bananas, además de carismático no le ha servido de nada para empatizar con su pueblo que inicialmente le dio su voto popular en el 2015 pero que a su vez no fueron elecciones muy transparentes a tal punto que Moïse argumenta que recién el 2016 inicio su mandato presidencial y que por lo tanto aún no acaba su periodo como lo estable la constitución haitiana. Pareciera como un capricho infantil, pero este le está costando la desgracia total a miles de familia de un país lleno de riquezas y maravillas naturales. Esperemos que pronto vuelva la paz y la tranquilidad al pueblo de mi querido y entrañable Dymmi.