Muchos adolescentes, mujeres indefensas, ancianos que caminan tranquilos son las víctimas sin pensar que en Lima no existiera tipos que por un teléfono móvil son capaces de matar.
Las preguntas la ciudadanía se hace al ver las horrendas imágenes son:
1. Dónde consiguen las armas de fuego?
2. Hasta cuándo seguiremos viendo más muertes por parte de estos delincuentes.?
3. Que está haciendo el gobierno?
4. Ayudarían las fuerzas armadas si salen a las calles?
5. Dónde está la policía?
6. Tan poco vale la vida?
Estás interrogantes son insignificantes, cuándo a alguien le matan a un ser querido o cercano, como puede ser nuestra hija adolescente o nuestro hijo en etapa escolar en manos de unos miserables muertos de hambre.
Si este gobierno, si este ministro, si esta policía no puede hacer nada entonces que se vayan a su casa a pelar papas y dejen a otras personas más capaces que entiendan que está situación no puede continuar así.
Si se tiene que tomar medidas extremas para terminar con esto no quedará otra opción que realizarla sin duda alguna, sino algún día nosotros mismos seremos las víctimas de algún robo o peor aún de una muerte segura.
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