En este mes de la Patria (Julio 2022) la comisión de constitución del congreso aprobó la moción para el debate sobre el retorno de la bicameralidad del congreso peruano, esta iniciativa no es ninguna novedad por cuanto desde el año 2000 es decir hace 22 años que diferentes bancadas congresales presentan propuestas para saber si es prudente o no este sistema legislativo.

En principio debemos decir que desde la época de la independencia del Perú y su primera constitución en 1822 ha existido este sistema legislativo es decir cámara de senadores y diputados. En el Perú se ha tenido 13 constituciones y solo en 3 de ellas (1823 ,1867 1993, esta última vigente a la fecha) se ha establecido el sistema unicameral 120 congresistas.

Ha habido diferentes estudios y propuestas para regresar al sistema bicameral, en un informe del Señor Cevallos Scudin, especialista en temas legislativo dejó en claro que la mayoría de Países de la región Latinoamérica tiene dos cámaras una de senadores y otra de diputados, la primera reflexiva y la segunda vigilante y propositiva.

Cabe resaltar que, en muchos Países, y no es una regla general, donde se han impuesto constituciones forzadas como es el caso de Venezuela y Perú (La primera por el Presidente y cuestionado Nicolás Maduro y la segunda del ex presidente preso a la fecha y dictador Alberto Fujimori) existe un sistema parlamentario unicameral.

Si se analiza, cuáles serían las ventajas o beneficios de un sistema u otro y revisa la historia política del Perú, sin lugar a dudas, existiría más beneficios que perjuicios tener un congreso bicameral por las siguientes razones.

Existen proyectos de leyes importantes en el congreso peruano que necesitan ser revisadas en torno a las reformas constitucionales y en ese sentido; Primeramente, sería mucho mejor tener personas especializadas y con mucho estudio político para marcar el derrotero ideológico y pragmático que favorece a nuestro País.

Segundo: El escaso conocimiento y auto proclamación de las banderas populistas de los congresistas actuales le ha costado al País demandas internacionales en donde el Estado Peruano ha perdido a lo lejos (caso concesiones de los peajes).

Tercero: El ejemplo actual de la clase política y su formación no son un buen ejemplo para nuestras futuras generaciones que quisieran participar en política (desaprobación actual de los congresistas casi 94% de popularidad y frases como: “Que se vayan todos a sus casas”) están presente en la boca de la mayoría de peruanos debido a que el ciudadano de a pie opina que el congreso y sus representantes solo buscan intereses personales o partidarios y no legislan de acuerdo a las necesidades del País. (caso Petroperú).

Finalmente, el costo - beneficio seria siempre positivo, siempre y cuando los futuros senadores cumplan con requisitos mínimos, por ejemplo: tener una maestría o doctorado, no tener procesos judiciales, no haber candidateado a la presidencia del Perú en las últimas elecciones presidenciales. (para no repetir el fenómeno Castillo) y sobre todo mucha información personal y académica para que los ciudadanos puedan elegirlos.